JAZZ EN BERLíN

El día había sido cojonudo. Y la noche también iba a serlo. Primero cena en casa de Mónica, Judith y Denise (cocinaba Judith, buena notícia), con María (lleva aquí unos días), vinito (no alemán, que es horrible), risas, música.. Y opciones para la noche.
Judith y Mónica hablaban de un bar en el que habían estado y estuvo bien: 5€ de entrada, bailoteo y tal.. Y a mí me parecía una buena opción, hasta que Denise dijo algo de un concierto de Jazz y luego electrónica en el mismo local.. Lo vi claro. Noche de Jazz.
Denise iba a pie, y tenía que recoger a una francesa amiga suya en una parada de tranvía y María se iba a casa porque quería descansar, así que nos fuimos Judith, Mónica y Yo en bici en busca del local.
Empezó a llover suavecito, agradable para ir en bici, y a Judith (Tete de la course) le dió por cantar canciones con la lluvia como tema principal y yo no tardé en unirme al coro: I'm singing in the rain, Raindrops keep fallin' on my head, It's raining men...
Entre canción y canción casi dejamos a Mónica en el camino. Su bici es pequeña y no da para más.
Llegó un momento en que Judith se perdió y tuvimos que preguntar a gente, que no sabía bien bien a dónde queríamos ir, asi que fuimos avanzando a ciegas. Llegamos a un camino en una zona industrial, sin luz, muy muy oscuro, que parecía llevar a una escena de un crimen más que a una fiesta. Por casualidad nos encontramos a alguien que volvía de la oscuridad y les preguntamos. Y sí! ese era el camino! Estabamos a 30 metros del local. llegamos, aparcamos las bicis y nos pedimos algo de beber.
La escena en la barra no sé si la quiero recordar. La entrada al garito costaba solo 1€, pero te la cobraban al pedir la primera consumición (con lo cual, si no consumías nada no pagabas entrada, pero en Berlín es imposible que alguien no consuma algo en toda la noche) y aparte, en Alemania es muy común una cosa llamada "Pfand" que es un recargo en las bebidas, que te devuelven cuando devuelves el envase (el vaso en este caso). Total, que en los bares te cobran 1€ más por los cubatas, pero cuando devuelves el vaso te devuelven el euro. Lo difícil fue calcular los precios, y juntando el tema del Pfand, con lo de la entrada (nos pusieron un sello y los parroquianos se reían sospechosamente) y teniendo en cuenta que nos sentíamos bastante guiris en ese momento.. Nos entró la paranoia (a Mónica sobretodo) de que nos estaban timando. Vaya rato más malo.. pero bueno, la cosa volvió a la normalidad cuando me dio por hablar en inglés con el camarero. Entonces lo aclaramos todo y él entendió que no nos aclarábamos con lo del Pfand y la entrada...

Judith había ido a buscar a Denise y a su amiga francesa, y llegaron al cabo de un rato. El concierto se retrasó y en vez de a las 22 empezaría a las 00:15.. Así que Judith y Mónica no pudieron contenerse las ganas de fiesta y se fueron al bar aquel donde se lo pasaron tan bien una noche. Yo había decidido que no me iban a mover de allí ni quemando el local hasta que no viera el concierto de Jazz y eso hice, me quedé con Denise y su amiga francesa.
A partir de ahí empieza la noche de los idiomas! Denise es Suiza, de padres Portugués y Gallega, su amiga francesa, de Albí (un pueblo dónde estuve hace años), luego aparecieron unos amigos de Denise, Italianos... Así que el batiburrillo de idiomas fue de cachondeo. Eso sí, Español no se habló. Hablamos Alemán (yo hacía lo que podía), Francés (solo algún detallito con la chica de Albí), Italiano (ma io non capisco niente!!) y cuando parecía la torre de Babel pues el recurso fácil, el inglés para entendernos del todo.

El concierto empezó y fue un lujo. Sentados en unos sofás, comiendo un bocata de bistec (otra cosa curiosa, aquí en toda buena fiesta que se precie hay comida además de bebida, y en este caso había una parrilla tostando filetes y salchichas que daba gusto). La música fue el Jazz más raro que he visto nunca. La primera canción fue como un ataque de epilepsia y un orgasmo al mismo tiempo. En fin, como no soy crítico de música, mejor os pego un video que grabé mientras mi cámara estuvo viva. No fue la mejor Stuck (pieza) de la noche, pero os hacéis una idea del ambiente:

El grupo se llama THE WANJA SLAVIN QUARTETT y es posible que los vaya a ver mañana en un local de Jazz de Berlin... no se..

Después del concierto, un rato de desconcierto, y al final decidimos ir a un bar musical que Denise conocía. Entrada gratis, buena música, etc.. Estuvimos hablando en los idiomas que antes he dicho, hasta que me cansé y me fui a casa en bici.
Eso de conducir una bici volviendo a casa a las 4 de la mañana... es toda una experiencia. Un dia os la contaré con más detalle, que hoy ya he escrito demasiado...

Denise y su amiga francesa, justo antes de empezar el concierto.